Con esta práctica acabamos la serie de cuatro trabajos que hemos realizado durante este mes de enero. En este caso se trata de una práctica con un flash externo, instrumento que utilizamos para controlar mejor la luz y ayudarnos en lugares donde la iluminación es escasa.
El flash externo tiene varios modos, pero nosotros nos centramos en dos. El manual y el TTL. El primero, como su propio nombre indica, lo controla el fotógrafo manualmente decidiendo la potencia y la distancia a la que se puede poner para que el flash llegue a nuestra persona/objeto. Por otra parte el TTL es un modo automatizado. A través del objetivo se analiza la luz existente y así obtenemos la medición correcta y que necesitaremos.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que el flash puede ser direccionado o rebotado. Para ello traigo un ejemplo a continuación.
Primero traigo el flash en contraluz. Aquí utilizamos el flash para sacar correctamente a la modelo y no perder el fondo. En la última de estas tres fotografías vemos cómo quedaría la imagen si no utilizamos el flash, dándonos como resultado un contraluz con su silueta. Después muestro el flash rebotado, y por último el flash directo.
En mi caso no noto demasiada diferencia entre el TTL y el Manual, también esto depende de la potencia que le demos en manual para que quede equilibrada nuestra fotografía y no tener exceso ni cadencia de la misma.
Flash en contraluz.
Flash TTL
Flash Manual
Sin flash
Flash Rebotado.
Flash TTL
Flash Manual
Flash Directo.
Flash TTL
Flash Manual
